El tomate es un fruto muy popular, proveniente de la planta del tomate (Solanum lycopersicum, sinónimo: Lycopersicon esculentum). Desde el punto de vista culinario, el fruto es un vegetal. El fruto maduro es sano, contrariamente al resto de la planta, que es venenosa: la planta pertenece a la familia de las solanáceas. El veneno en esta planta se denomina tomatina y es un glicolalcaloide. La substancia es producida por la planta como antídoto contra toda clase de agentes patógenos y también es venenosa para el ser humano. Al madurar el fruto, desaparece el veneno que contiene, haciéndolo comestible pero también muy sensible para hongos y bacterias. Los tomates son originarios de Meso-América, donde los antepasados de los incas y los mayas cultivaban pequeñas variantes. Cuando los españoles conquistaron México, la planta ya estaba aclimatada allí. Los conquistadores españoles enviaron a España plantas con pequeños frutos amarillos que en nahuatl, el idioma de los aztecas, se denominaban xitomatl, (la palabra está emparentada a otra palabra azteca, a saber, xipotatl, o bien patat/potatoes, etc., es decir, patata.). La palabra chocola(te) proviene de la palabra azteca chocolatl. Estas plantas consideradas venenosas se cultivaban como plantas ornamentales. Alrededor de 1750, se descubrió en Italia y la Provenza que los pequeños frutos amarillos, llamados “pomo d’oro” o manzana dorada en italiano, eran comestibles. Haciendo cruzas y seleccionando, el tomate adquirió su color rojo y desde 1850 es un vegetal comunmente usado en la cocina europea.
En Van Hijfte BV existen diversas especies tales como los tomates de racimo, tomates comunes, tomates cherry, couer de boeuf, etc.
Tomate de racimo
Fuerte, forma regular, diámetro de 50 a 70 mm, aproximadamente. En un racimo cuelgan en promedio cinco tomates.